Según CAME, las ventas minoristas pymes retrocedieron 16,2% en los primeros cinco meses del año.
La falta de ventas fue el principal reclamo de la mayoría de los comercios relevados. Casi 7 de cada 10 negocios lo mencionó como su principal problema. Otros dos puntos conflictivos, fueron los altos costos logísticos y los problemas de cobranza, que en la medida que la recesión avanza, se vuelven más acentuados.
Hubo mayor estabilidad en los precios al público en mayo, pero con otros costos como energía, combustible, alquileres, salarios, en alza, lo que complicó la rentabilidad del empresario. Algunos manifestaron estar financieramente asfixiados.
En el análisis por rubro, cinco de los siete sectores evaluados tuvieron disminuciones en comparación con el mismo período del año anterior. Solo textiles e indumentaria y calzados escaparon de la tendencia general, aunque con bases de comparación bajas.