Resulta necesario el homenaje, por la memoria, la libertad y la soberanía. Pero también para recordar los errores como pueblo y reflexionar sobre el hecho político, económico y social que llevó a tomar semejante decisión dejando de lado que la Patria está por encima de cualquier ideología.
Las secuelas bélicas, la irresponsabilidad con la que tramitamos las consecuencias de la guerra en el plano social y político, en lo individual y colectivo, minan la posibilidad de darnos una política exterior que tienda a resolver el conflicto de manera eficaz y salvaguardando los derechos soberanos argentinos.
A pesar del dolor, de la muerte, de la guerra, la memoria no sólo que no se apaga, sino que genera en los argentinos un profundo reconocimiento por lo que significó una guerra, en un momento de dictadura y que llevó a jóvenes hijos de esta tierra a dar la vida para recuperar las Malvinas. El más sincero homenaje a los muertos por la Patria, a los que lucharon en las Islas, y a los que cuidaron nuestra retaguardia en la zona territorial.
Honra y honor a los que dieron sus vidas por nuestro pueblo.
Cristina Berra
Senadora Provincial