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Épica bajo la lluvia y el frío

 El Municipio de El Trébol, TECHO Argentina y cientos de voluntarios construyeron 15 viviendas para familias en estado de vulnerabilidad

En un fin de semana que quedará grabado en la historia de El Trébol, la Municipalidad local y TECHO Argentina unieron fuerzas en una verdadera proeza: la construcción de 15 viviendas de emergencia que representan un salto hacia la dignidad para familias que hasta ahora vivían en condiciones de vulnerabilidad extrema, con techos de lona y pisos de tierra.

Durante tres días, el espíritu de la comunidad desafió a un clima adverso. Bajo una lluvia incesante y un frío persistente, 45 integrantes de TECHO, junto al equipo municipal y más de 80 ciudadanos voluntarios de El Trébol por día, trabajaron sin descanso para levantar estas unidades habitacionales, construidas con techos de chapa, paredes de madera de pino y sólidos pilotes.

Un Sueño tejido con padrinazgos y compromiso

TECHO, una organización no gubernamental dedicada a superar la pobreza en asentamientos precarios de América Latina y el Caribe, llegó por primera vez al «interior del interior del país» gracias a la gestión de la intendenta Natalia Sánchez.

«Lo hicimos junto a TECHO, una organización no gubernamental que construye viviendas de emergencia. La idea es que pudiéramos darle respuestas a todos los estamentos y esferas sociales, también a los que menos tienen», expresó la intendenta, visiblemente conmovida por el logro.

Para hacer posible esta gesta, el municipio se lanzó a la búsqueda de «padrinazgos» externos que aportaran el sustento económico para adquirir las 15 viviendas. «El dinero se consigue por padrinazgos. Primero llamé al gobernador, no lo dudó y me dijo que sí. Luego al senador Esteban Motta, que me dio su apoyo total. Después, Mutual CAT y Mutual Tais nos apoyaron con sus aportes y luego particulares de esta ciudad que prefieren estar en el anonimato. Logramos juntar 15 viviendas y entre TECHO y Desarrollo Social se analizó qué familia podía acceder. ¡Fue un salto de dignidad enorme!», relató Sánchez, destacando la cadena de solidaridad que se activó.

Construyendo dignidad: El propietario, protagonista de su hogar

Una de las premisas fundamentales de TECHO, y que se aplicó en El Trébol, es la participación activa de los futuros propietarios. Cada jefe o jefa de familia, junto a sus hijos o esposas, se sumó al trabajo codo a codo con los voluntarios. «La idea es siempre que trabajen con nosotros», señaló un integrante de TECHO, explicando la filosofía detrás de cada construcción.

«Son viviendas con techo de chapa, aislantes, paredes y piso de madera de pino ya tratada, con módulos sanitarios, con baño y cocina», describió la intendenta. «Cada familia que accedió a una vivienda, trabajó con los voluntarios los tres días bajo la lluvia. Con los chicos de TECHO y con los voluntarios de la ciudad», subrayó, resaltando el compromiso de cada beneficiario.

Dar es dar

Fueron tres días de trabajo con un tinte épico. El frío se transformó en viento, el viento en llovizna y la llovizna en lluvia, sin dar tregua en ninguna de las jornadas. Pero la adversidad climática solo avivó la llama de la solidaridad. «Más llovía, más gente aparecía a trabajar», recordó la intendenta.

«Los voluntarios fueron muchos, hay gente que donó los alimentos para darle de comer a todos, hay gente que cocinó, hay gente que se acercó a trabajar con herramientas en la construcción, hay gente que llevó mate, café y tortas fritas y hay gente que por la noche lavaba y secaba ropa para los chicos de TECHO que trabajaban bajo la lluvia para que al día siguiente contaran con ropa seca. ¡La comunidad trabajó íntegramente en estos tres días! Fueron muchos corazones latiendo unidos», destacó Sánchez, sobre la entrega de sus vecinos.

Las 15 viviendas de El Trébol, distribuidas en tres lotes, fueron terminadas en el plazo previsto de tres días, a pesar de las inclemencias del tiempo. Lo que resta ahora es la colocación de los módulos sanitarios –cocina y baño– en cada una de las unidades. «Los chicos van a volver en unos 10 días para culminar con los baños y la cocina. Después, desde la Municipalidad vamos a seguir interviniendo en estos barrios para darles comunidades y servicios», agregó Sánchez, prometiendo un acompañamiento continuo para las familias y los nuevos barrios.

Este esfuerzo mancomunado no solo dejó 15 hogares, sino también una lección imborrable de resiliencia, solidaridad y el poder transformador de una comunidad unida