Luego de ratificar que no bajaría las retenciones al campo, en 48 horas el gobierno tuvo que poner freno de mano y dio marcha atrás. Ayer anunció la baja de retenciones.
Si bien días atrás, cuando el jefe de ministros del gobierno Guillermo Francos se reunió con Victoria Villarruel y senadores dialoguistas, había ratificado que “Las retenciones al campo no se tocaban”, ayer el ministro de economía Luis Caputo, ratificó en conferencia de prensa, una baja del impuesto a la exportación de granos, como reclamaban productores e inclusive los gobernadores Pullaro, Llaryora y Frigerio.
Esto hoy fue festejado por los tres gobernadores del núcleo productivo, en contra partida, pero también hoy el gobierno nacional sabiendo que perderá un 0,13% del PBI de recaudación -según los economistas-, ya presiona a las provincias para que bajen impuestos.
El recorte temporal de derechos de exportación tendrá un costo fiscal que equivale casi a la mitad del superávit financiero de 2024. A pesar de este dato, el gobierno urgido por la falta de dólares para compromisos de deuda, tuvo que retroceder presionado por los sectores del campo y bajar las retenciones.
La medida temporal que regirá para los principales cultivos, como la soja, que pasará de 33% a 26%. Las retenciones a las economías regionales, serán de manera permanente.
Las alícuotas de las retenciones a la soja bajarán de 33% a 26%; las de los derivados de la soja se reducirán de 31% a 24,5%; en el caso del trigo la baja irá del 12% a 9,5%; en la cebada de 12% a 9,5%; para el sorgo será de 12% a 9,5%; para el maíz de 12% a 9,5%; y en el caso del girasol irá de 7% a 5,5%. Así lo anunció el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, en la conferencia.
Aquellas economías regionales que tenían un residual y no habían bajado las retenciones a cero, ahora lo harán. Algunos ejemplos son el azúcar, algodón, cuero bovino, tabaco, arroz y otros productos.